Hasta hace unas semanas, la terapia online era un tema aún bastante desconocido y que suscitaba muchas dudas, incluso entre los mismos psicólogos. Con la situación de confinamiento, el teletrabajo y las reuniones online con amigos y familiares se han vuelto comunes. Vamos a ver como la terapia también se adapta a las nuevas tecnologías.
¿Cómo funciona?
De manera muy similar a la terapia presencial. En lugar de desplazarte al despacho del profesional, lo haces en tu casa mediante video llamada. Las nuevas tecnologías nos permiten vernos y oírnos en tiempo real y podemos trabajar de manera muy similar a la versión presencial.
¿Qué necesitas?
Generalmente, las sesiones se hacen mediante aplicaciones de llamadas como Skype o WhatsApp. La gran mayoría de nosotros ya tenemos en casa de todo lo necesario : Conexión Internet y un dispositivo electrónico (ordenador, Tablet o móvil) con cámara y audio.
También es necesario disponer de un espacio tranquilo y sin interrupciones, para que puedas estar concentrado en la sesión en lugar de pendiente de tus hijos o de la llamada de tu jefe. En espacios pequeños, donde puede ser difícil conseguirlo, puedes organizarte para hacer la sesión en un momento en que el resto de tu familia están ocupados con sus asuntos o no están en casa.
Ventajas de la terapia online
Este confinamiento nos ha hecho darnos cuenta del tiempo que pasamos en desplazamientos. Una ventaja es que eliminas el desplazamiento, lo que te permite ganar tiempo, que tu organización sea más fácil y ahorrar en transporte y parking.
Otra ventaja es que la distancia ya no es una limitación. Si te mudas o te vas de viaje puedes continuar con el mismo terapeuta. O si tu lengua materna no es la de la zona donde vives puedes contactar con un profesional de tu país para hacer la terapia en el idioma que te sientas más cómodo/a.
Inconvenientes de la terapia online
Para algunas personas puede ser difícil disponer de una hora de tranquilidad y intimidad en su casa.
En algunos casos de especial vulnerabilidad, el contacto cara a cara puede ser un ingrediente valioso y necesario.
Como ves, la terapia online no es tan distinta de la presencial. Gracias a las tecnologías podemos trabajar muchos temas aún sin estar en la misma habitación. Ahora solo te queda contactar con un psicólogo que haga sesiones online.
¿Te animas?